Porque el tiempo pasa rápido, porque a veces en la vida hay momentos especiales y propicios a cambios de rumbo, porque hay que luchar por alcanzar los sueños, Brice Jaunet creó su propia marca de relojes tras quince años de experiencia en la industria relojera.
Durante estos años, trabajó en el seno de dos de los mayores grupos relojeros mundiales, comenzando por Richemont, donde debutó con Cartier. A continuación, pasó por Baume & Mercier y más tarde por la internacional Raymond Weil. Finalmente, se unió al grupo LVMH como director de exportaciones de la marca Zenith, más tarde como vicepresidente de marketing internacional, antes de asumir la dirección de la marca en Francia.
Educado desde su más tierna infancia por un espíritu emprendedor, el de su abuelo Jacques, cofundador de la marca NewMan en 1967, Brice siempre tuvo la ambición de dar rienda suelta a su creatividad.
Es a finales de 2012 cuando decide lanzarse a la piscina, colaborando con algunos amigos diseñadores suizos, para crear una marca de relojes con la que se identifica, fruto de sus reflexiones, de sus investigaciones y del deseo de crear una bonita obra relojera, auténtica pero accesible.
Sus estudios en Oxford, su pasión por el deporte y los viajes infunden a la marca Briston su espíritu sport chic, un tanto clásico.